Los muertos por el terremoto de Costa Rica ascienden a 14 y podrían seguir aumentando conforme al paso de las horas
El número de muertos por el terremoto del jueves en el centro de Costa Rica ascendió a 14, después de que se encontraran los cadáveres de otras diez personas este viernes de madrugada en la zona del epicentro del seísmo, de 6,2 grados de magnitud.
Socorristas de la Cruz Roja Costarricense trabajaron buscando víctimas en la zona más devastada, cercana a San José, durante toda la noche y, a eso de las 4h30 locales, una patrulla confirmó que en el sector de Cataratas había diez personas muertas, dijo un portavoz de la entidad, Cristián Ana.
Ana advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar debido a que muchas tareas de rescate se reanudaron luego del amanecer. Estos 10 muertos se suman a las cuatro personas que las autoridades informaron el jueves que habían fallecido por el sismo, que tuvo su epicentro en la zona montañosa del volcán Poás, cerca de la capital.
Los socorristas intentaban abrirse paso este viernes por rutas montañosas cortadas por derrumbes para rescatar a unas 600 personas aisladas en la zona del volcán Poás tras el terremoto de 6,2 grados Richter que sacudió Costa Rica el jueves causando al menos cuatro muertos.
Equipos de la Cruz Roja, Bomberos y la Policía trabajaron durante toda la noche para tratar de llegar hasta unos 300 turistas extranjeros aislados en un hotel en las cercanías del volcán, epicentro del violento sismo que sacudió la zona central de Costa Rica a las 13H19 locales del jueves.
Otras 300 personas permanecían aisladas en diferentes aldeas aledañas al volcán, zona que será visitada este viernes por el presidente Oscar Arias, quien declaró que el país estaba de "luto" por los muertos en el sismo.
"Estas pérdidas humanas nos llenan de dolor, y nuestras oraciones van para los familiares de las víctimas. Espero que Dios les dé fortaleza en este momento. Las pérdidas materiales no han sido estimadas, pero es claro que cientos de familias han sufrido serios daños en sus viviendas", dijo Arias.
Dos hermanas, de 7 y 11 años, murieron aplastadas por un desprendimiento de tierra en la carretera que lleva al pueblo Dulce Nombre de Poás, ubicado en el epicentro del sismo, a unos 40 kilómetros de San José.
Una mujer falleció por infarto cardiaco en Moravia, un suburbio de San José, mientras que la cuarta víctima fue una niña de 12 años que murió aplastada al derrumbarse su casa en Fraijanes, cerca del volcán Poás.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decretó la alerta roja en la gran área metropolitana que comprende las ciudades de San José, Cartago, Alajuela y Heredia, todas situadas en el Valle Central, donde se concentran 2,5 millones de los cuatro millones de habitantes del país.
La CNE dispuso apoyo aéreo para llegar lo antes posible hasta las personas aisladas, el que comenzaría este viernes "con cuatro helicópteros que se dividirán en dos sectores específicos (...) desde donde se trasladarán hacia los hospitales del área metropolitana", dijo la entidad en un comunicado.
Como Costa Rica carece de Ejército y Fuerza Aérea, el gobierno tuvo que alquilar helicópteros civiles, dijo la ministra de Obras Públicas y Transportes, Karla González.
Paralelamente, el Ministerio de Obras Públicas "se está encargando de la limpieza de los caminos y carreteras que permitirán el ingreso de los equipos especializados, especialmente, médicos para la atención de las víctimas", indicó la CNE.
"Los reportes de daños indican que unas 42 comunidades fueron afectadas y se registran impactos importantes en la infraestructura eléctrica y civil", agregó.
El fuerte sismo se sintió en todo el país, informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, así como en el sur y centro de Nicaragua, según el servicio geológico de ese país.
Durante el sismo, los edificios públicos fueron evacuados, mientras la gente se precipitaba a la calle, presa del pánico ante lo que se considera uno de los movimientos telúricos más fuertes que se recuerdan en el país.
Cuando llevaba unos 20 segundos y parecía que iba a terminar el sismo, vino un intenso remezón que llevó a mucha gente a salir a la calle para protegerse.
El agua de las piscinas se movió tanto que llegaron a desbordarse en algunos lugares, según testigos que dijeron que en 30 años no habían visto "nada igual".
El miércoles se registró otro sismo de 4 grados en la escala de Richter con epicentro también cerca del volcán Poás, pero sin causar daños ni víctimas.
En Costa Rica, donde hubo varios terremotos en el pasado, se registraron durante 2008 más de 4.700 sismos, de los cuales apenas 60 fueron sentidos por la población, según informes del Observatorio.
Socorristas de la Cruz Roja Costarricense trabajaron buscando víctimas en la zona más devastada, cercana a San José, durante toda la noche y, a eso de las 4h30 locales, una patrulla confirmó que en el sector de Cataratas había diez personas muertas, dijo un portavoz de la entidad, Cristián Ana.
Ana advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar debido a que muchas tareas de rescate se reanudaron luego del amanecer. Estos 10 muertos se suman a las cuatro personas que las autoridades informaron el jueves que habían fallecido por el sismo, que tuvo su epicentro en la zona montañosa del volcán Poás, cerca de la capital.
Los socorristas intentaban abrirse paso este viernes por rutas montañosas cortadas por derrumbes para rescatar a unas 600 personas aisladas en la zona del volcán Poás tras el terremoto de 6,2 grados Richter que sacudió Costa Rica el jueves causando al menos cuatro muertos.
Equipos de la Cruz Roja, Bomberos y la Policía trabajaron durante toda la noche para tratar de llegar hasta unos 300 turistas extranjeros aislados en un hotel en las cercanías del volcán, epicentro del violento sismo que sacudió la zona central de Costa Rica a las 13H19 locales del jueves.
Otras 300 personas permanecían aisladas en diferentes aldeas aledañas al volcán, zona que será visitada este viernes por el presidente Oscar Arias, quien declaró que el país estaba de "luto" por los muertos en el sismo.
"Estas pérdidas humanas nos llenan de dolor, y nuestras oraciones van para los familiares de las víctimas. Espero que Dios les dé fortaleza en este momento. Las pérdidas materiales no han sido estimadas, pero es claro que cientos de familias han sufrido serios daños en sus viviendas", dijo Arias.
Dos hermanas, de 7 y 11 años, murieron aplastadas por un desprendimiento de tierra en la carretera que lleva al pueblo Dulce Nombre de Poás, ubicado en el epicentro del sismo, a unos 40 kilómetros de San José.
Una mujer falleció por infarto cardiaco en Moravia, un suburbio de San José, mientras que la cuarta víctima fue una niña de 12 años que murió aplastada al derrumbarse su casa en Fraijanes, cerca del volcán Poás.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decretó la alerta roja en la gran área metropolitana que comprende las ciudades de San José, Cartago, Alajuela y Heredia, todas situadas en el Valle Central, donde se concentran 2,5 millones de los cuatro millones de habitantes del país.
La CNE dispuso apoyo aéreo para llegar lo antes posible hasta las personas aisladas, el que comenzaría este viernes "con cuatro helicópteros que se dividirán en dos sectores específicos (...) desde donde se trasladarán hacia los hospitales del área metropolitana", dijo la entidad en un comunicado.
Como Costa Rica carece de Ejército y Fuerza Aérea, el gobierno tuvo que alquilar helicópteros civiles, dijo la ministra de Obras Públicas y Transportes, Karla González.
Paralelamente, el Ministerio de Obras Públicas "se está encargando de la limpieza de los caminos y carreteras que permitirán el ingreso de los equipos especializados, especialmente, médicos para la atención de las víctimas", indicó la CNE.
"Los reportes de daños indican que unas 42 comunidades fueron afectadas y se registran impactos importantes en la infraestructura eléctrica y civil", agregó.
El fuerte sismo se sintió en todo el país, informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, así como en el sur y centro de Nicaragua, según el servicio geológico de ese país.
Durante el sismo, los edificios públicos fueron evacuados, mientras la gente se precipitaba a la calle, presa del pánico ante lo que se considera uno de los movimientos telúricos más fuertes que se recuerdan en el país.
Cuando llevaba unos 20 segundos y parecía que iba a terminar el sismo, vino un intenso remezón que llevó a mucha gente a salir a la calle para protegerse.
El agua de las piscinas se movió tanto que llegaron a desbordarse en algunos lugares, según testigos que dijeron que en 30 años no habían visto "nada igual".
El miércoles se registró otro sismo de 4 grados en la escala de Richter con epicentro también cerca del volcán Poás, pero sin causar daños ni víctimas.
En Costa Rica, donde hubo varios terremotos en el pasado, se registraron durante 2008 más de 4.700 sismos, de los cuales apenas 60 fueron sentidos por la población, según informes del Observatorio.
Comentarios