Los socorristas se abrían paso este viernes por rutas montañosas cortadas por derrumbes para rescatar a centenares de personas aisladas y desaparecidas en la zona del volcán Poás tras el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que sacudió Costa Rica el jueves causando al menos 14 muertos.
Cientos de socorristas de la Cruz Roja, Bomberos y la Policía trabajaron durante toda la noche para tratar de llegar hasta unos 300 turistas extranjeros aislados en un hotel en las cercanías del volcán, epicentro del violento sismo que sacudió la zona central del país el jueves a las 13H19 locales (19H19 GMT), y que ha tenido más de un millar de réplicas.
Otras 300 personas permanecían aisladas y desaparecidas en diferentes aldeas aledañas al volcán, zona que será visitada este viernes por el presidente Oscar Arias, quien declaró que el país estaba de "luto" por los muertos en el sismo.
"Estas pérdidas humanas nos llenan de dolor, y nuestras oraciones van para los familiares de las víctimas (...). Las pérdidas materiales no han sido estimadas, pero es claro que cientos de familias han sufrido serios daños en sus viviendas", dijo Arias.
Centenares de personas pasaron la noche en albergues improvisados e incluso a la intemperie, debido a los daños que sufrieron sus viviendas, dijo el director de la Policía, Randall Picado.
El número total de heridos no ha sido determinado, pero sumarían varios cientos, de los cuales muchos han sido trasladados a hospitales de San José, mientras más de 2.200 damnificados fueron instalados en albergues temporales, dijo la Cruz Roja Costarricense.
Este viernes al amanecer los socorristas de la Cruz Roja encontraron 10 muertos en un inmueble, aparentemente un negocio, que se derrumbó en la aldea de Cataratas, próxima al volcán, lo que elevó a 14 la cifra de muertos por el sismo.
"Una patrulla nos confirma que en el sector de Cataratas hay 10 personas muertas", dijo un portavoz de la Cruz Roja, Cristián Asa, quien advirtió que la cifra de víctimas seguramente aumentará pues muchos esfuerzos de rescate se reanudaron este viernes luego del amanecer.
Entre los 14 muertos hay tres niñas, entre ellas dos hermanas, aplastadas por un desprendimiento de tierra en un camino que lleva al pueblo Dulce Nombre de Poás, ubicado en el epicentro del sismo, a unos 40 kilómetros de San José.
Una mujer falleció por infarto cardiaco en Moravia, un suburbio de San José, mientras que otra víctima fue una niña de 12 años que murió aplastada al derrumbarse su casa en Fraijanes, cerca del volcán Poás.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decretó la alerta roja en la gran área metropolitana que comprende las ciudades de San José, Cartago, Alajuela y Heredia, todas situadas en el Valle Central, donde se concentran 2,5 millones de los cuatro millones de habitantes del país.
La CNE dispuso apoyo aéreo para llegar lo antes posible hasta las personas aisladas, el que comenzaría este viernes con cuatro helicópteros para rescatar y trasladar heridos a los hospitales.
Como Costa Rica carece de Fuerzas Armadas, el gobierno tuvo que alquilar helicópteros civiles, pero el Ejército de Estados Unidos enviará este viernes dos aparatos Blackhawk, que tienen su base en Honduras, dijeron funcionarios.
"Los reportes de daños indican que unas 42 comunidades fueron afectadas y se registran impactos importantes en la infraestructura eléctrica y civil", agregó la CNE.
El fuerte sismo se sintió en todo el país, informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, así como en el sur y centro de Nicaragua, según el servicio geológico de ese país.
Durante el sismo, los edificios públicos fueron evacuados, mientras la gente se precipitaba a la calle, presa del pánico ante lo que se considera uno de los movimientos telúricos más fuertes que se recuerdan en el país.
En Costa Rica, donde hubo varios terremotos en el pasado, se registraron durante 2008 más de 4.700 sismos, de los cuales apenas 60 fueron sentidos por la población, según informes del Observatorio.
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