Desde las cero horas de esta noche y hasta la medianoche del Viernes Santo rige la “Ley Seca” en todo el país. Licoreras y negocios tienen prohibida la venta de alcohol durante estos días santos.
Los negocios podrán reanudar estas ventas el sábado a partir de las 11 a. m. Según la Fuerza Pública, quienes violen los sellos se exponen a una pena de entre tres meses y dos años de prisión.
Sobre la “Ley Seca”, los ticos tienen opiniones muy variadas. Pero todos los consultados por La Nación coinciden en un punto: el consumo aumenta cuando hay una prohibición.
Nora Sánchez, vecina de Moravia, está de acuerdo con la aplicación de la ley durante estos días ya que, dice, “esta época es para Dios y no para la fiesta y para tomar”.
Por su parte, en la puerta de un supermercado de San José, Omar Alvarado apuntó que cuanto más prohíben, más la gente quiere consumir. “Si fuera abierto solo beberían los que normalmente beben. Esto es más negocio que otra cosa. No es cuestión de religión”, opinó.
Mientras, Carlos Manuel Sosa, que salía de comprar, dijo que no ve mal beber, “la idea no es emborracharse sino acompañar las comidas con cerveza y un buen vino. Su aplicación es necesaria porque hay gente que se pasa” , comentó.
Rentabilidad. Muchas licoreras están ganando dinero con la aplicación de esta ley. Las ventas que se dan entre ayer y hoy les permite recuperar las pérdidas económicas que supone cerrar los días santos.
En una licorera de Moravia, su dueña, Elizabet Quirós, está viendo aumentadas sus ventas hasta un 50%. “Recupero lo que pierdo. Y además tengo vacaciones ”.
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