SAN JOSE, Costa Rica - Centroamérica permanece alerta ante la arremetida de la tormenta tropical Alma, primera de la temporada en el Pacífico, que ya golpeó a Costa Rica y amenaza con convertirse en huracán a su paso hacia Nicaragua y Honduras.
Inicia temporada de huracanes
Inundaciones y deslizamientos
Alma castigó el jueves el pacífico costarricense con lluvias torrenciales y una densa neblina que cubrió las principales ciudades, lo que hizo que las autoridades mantuvieran una 'alerta roja' en la zona donde han sido afectadas al menos 120 viviendas. También hay inundaciones y deslizamientos.
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) a través de su presidente, Daniel Gallardo, informó que "es necesario extremar las medidas de seguridad y mantener activada toda la estructura de primera respuesta, especialmente en aquellas zonas de gran vulnerabilidad".
La CNE confirmó además que "ya se registran más de 120 casas anegadas, en Santa Rosa de Pocosol de San Carlos, Bejuco de Nandayure y San Buenventura de Abangares, Jicaral y Río Grande de Puntarenas, Playón en Parrita, Barrio La Rosita en Tarrazú y en San Pablo de León Cortés", en el norte y el Pacífico.
Amenaza de huracán
Lo que empezó como una depresión tropical frente al Pacífico costarricense amenaza con convertirse en un huracán que podría alcanzar las costas nicaragüenses el mismo jueves, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes en Miami.
Alma es la primera tormenta para la temporada 2008, mantiene vientos de 100 kilómetros por hora y sus efectos se sentirán desde Costa Rica hasta Guatemala provocando grandes desbordamientos y deslizamientos de tierra.
La Defensa Civil nicaragüense decretó alerta máxima para municipios costeros de los departamentos de León y Chinandega, mientras en Managua pobladores temerosos empezaron a llenar supermercados y tiendas para abastecerse de víveres y otros productos.
Las autoridades movilizaron unos 1,200 efectivos de los cuerpos de socorro para enfrentar la eventual emergencia.
El ministro de Educación, Miguel de Castilla, ordenó la suspensión de las clases en las escuelas de la región del Pacífico con el fin de que los edificios sean utilizados como posibles refugios.
Managua permanece cubierta por un nublado total y lluvias constantes, motivando la evacuación de algunos habitantes de la zona más baja, así como la casi paralización del tránsito vehicular, que además se ve afectado por algunos semáforos apagados por falta de energía.
Inicia temporada de huracanes
Inundaciones y deslizamientos
Alma castigó el jueves el pacífico costarricense con lluvias torrenciales y una densa neblina que cubrió las principales ciudades, lo que hizo que las autoridades mantuvieran una 'alerta roja' en la zona donde han sido afectadas al menos 120 viviendas. También hay inundaciones y deslizamientos.
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) a través de su presidente, Daniel Gallardo, informó que "es necesario extremar las medidas de seguridad y mantener activada toda la estructura de primera respuesta, especialmente en aquellas zonas de gran vulnerabilidad".
La CNE confirmó además que "ya se registran más de 120 casas anegadas, en Santa Rosa de Pocosol de San Carlos, Bejuco de Nandayure y San Buenventura de Abangares, Jicaral y Río Grande de Puntarenas, Playón en Parrita, Barrio La Rosita en Tarrazú y en San Pablo de León Cortés", en el norte y el Pacífico.
Amenaza de huracán
Lo que empezó como una depresión tropical frente al Pacífico costarricense amenaza con convertirse en un huracán que podría alcanzar las costas nicaragüenses el mismo jueves, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes en Miami.
Alma es la primera tormenta para la temporada 2008, mantiene vientos de 100 kilómetros por hora y sus efectos se sentirán desde Costa Rica hasta Guatemala provocando grandes desbordamientos y deslizamientos de tierra.
La Defensa Civil nicaragüense decretó alerta máxima para municipios costeros de los departamentos de León y Chinandega, mientras en Managua pobladores temerosos empezaron a llenar supermercados y tiendas para abastecerse de víveres y otros productos.
Las autoridades movilizaron unos 1,200 efectivos de los cuerpos de socorro para enfrentar la eventual emergencia.
El ministro de Educación, Miguel de Castilla, ordenó la suspensión de las clases en las escuelas de la región del Pacífico con el fin de que los edificios sean utilizados como posibles refugios.
Managua permanece cubierta por un nublado total y lluvias constantes, motivando la evacuación de algunos habitantes de la zona más baja, así como la casi paralización del tránsito vehicular, que además se ve afectado por algunos semáforos apagados por falta de energía.
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